sábado, 26 de noviembre de 2011

Teóricos de la Criminología

LA ESCUELA 
POSITIVA


De la ejecutoria doctrinal de la escuela clásica puede hacerse hoy un balance objetivo, del que resultan aportaciones positivas y datos negativos, méritos y deméritos. Estos últimos son muy de tener en cuenta, ya que ellos justifican en gran parte la aparición y el progresivo desarrollo de la escuela positiva.

1. Sus principales representantes
La creación de la escuela positiva se debe a CÉSAR LOMBROSO. La desarrollan RAFAEL GAROFALO y ENRICO FERRI. El pensamiento de estos tres autores conforma los postulados fundamentales de la escuela.

  • La aportación de CÉSAR LOMBROSO

Las aportaciones más. destacadas de CÉSAR LOMBROSO a la génesis de la escuela positiva son la aplicación del método inductivo experimental al estudio de la delincuencia y su concepción del criminal nato. Aparte de ellas, la verdadera significación de LOMBROSO está en la historia de la Criminología, disciplina de la que puede considerarse fundador.

  • La aportación de RAFAEL GARÓFALO

Entre los discípulos que la creciente fama de C. LOMBROSO agrupa en torno a su cátedra, figura RAFAEL GAROFALO quien aporta a la escuela su profundo conocimiento del Derecho, que sirve para plasmar en fórmulas jurídicas, asequibles a teóricos y prácticos, las nuevas ideas. Este conocimiento jurídico faltaba, en el período de iniciación de la tendencia positiva, no sólo a LOMBROSO sino también a FERRI que, aunque más tarde realizara una grandiosa elaboración jurídica, era entonces mero filósofo del Derecho.

  • La aportación de ENRIQUE FERRI

Otro de los discípulos de la cátedra de LOMBROSO es ENRIQUE FERRI, llegado a ella en el mismo año que GAROFALO. Ha sido, como dice GRISPIGNI, el sistematizador, animador, defensor, divulgador y realizador de la escuela. La primera aportación que hace al patrimonio ideológico del positivismo criminológico es su conocida tesis sobre la negación del libre albedrío. La expone en su libro “La teoría de la imputabilidad y la negación del libre albedrío”, enfrentándose así a los clásicos en uno de sus más firmes postulados. Su significación fue tanta que el propio F. CARRARA la refutó personalmente en una Apostilla, añadida a la recensión que de la obra hizo LOMBROSO en el Archivio Giuridico.

CESAR LOMBROSO


Nació en Verona, Italia, el 6 de noviembre de 1835, judío, de posición desahogada, tuvo una infancia fácil y llena de gratificaciones.
A los 15 años escribió sus primeras dos monografías:
  • La Historia de la República Romana y 
  • un ensayo sobre la Agricultura de Roma Antigua. 
Estudió medicina y realizó su tesis doctoral con el nombre de: Estudio sobre Cretinismo en Lombardía. En 1858, va al Hospital de Santa Eufemia en Pavia, y obtiene permiso para practicar, fundando más tarde una sección de enfermos mentales. En 1863 escribe: "Medicina Legal para Enajenados Mentales".

Observando cráneos de delincuentes, Lombroso consideró que el criminal lo es por ciertas deformidades craneales. Su objetivo era encontrar un criterio diferencial entre un enfermo mental y el delincuente; así comienza a elaborar lo que él mismo llamaría: "ANTROPOLOGÍA CRIMINAL".

En 1872 publica: "Memorias sobre los Manicomios Criminales", en donde expone las primeras ideas sobre la diferencia que hay entre el delincuente y el loco, y sus ideas respecto a que el delincuente es un enfermo con malformaciones muy claras.

Lombroso considera que es necesario que existan manicomios para criminales, y que los locos no estén en las prisiones, sino que se les interne en instituciones especiales; pero también expone la necesidad de que si esos enfermos han cometido algo antisocial no se les mande con los demás psicóticos, porque son una amenaza, sino que plantea la creación de manicomios especializados para criminales.

Otra de sus obras, 'El Genio y la Locura', le sirve para exponer la teoría de que en realidad todos los genios están locos, que el genio es un anormal, y para sostener que del genio a la locura o de la locura al genio, no hay más que un paso.

En 1876 publica el TRATADO ANTROPOLÓGICO EXPERIMENTAL DEL HOMBRE DELINCUENTE, en el cual Lombroso expone su teoría. Se puede decir que con dicha obra comienza la Criminología como ciencia.

Lombroso muere el 18 de octubre de 1909, a los 75 años de edad, y dejando un gran legado a la historia no sólo de la criminología, sino de la medicina y de la ciencia en general, es sin duda un gran precursor e iniciador de la criminología
  • Tipología Lombrosiana:
En El Hombre Delincuente, Lombroso establece una tipología:
DELINCUENTE EPILÉPTICO
Individuo que sufre de epilepsia y comete a causa de esta enfermedad un delito. Generalmente cometen delitos violentos. Una característica de estos delincuentes es que siempre  utilizan armas blancas para cometer delitos violentos.. por ejemplo para diferenciarlos de un impostor que quiere escudarse en su epilepsia en un delito violento, se debe ver si el cuchillo ingresó varias veces y en un mismo ángulo. Ya que es la característica de estos delincuentes si acuchillan lo hacen en el mismo lugar y en el mismo ángulo. Desde el punto de vista clínico y los fenómenos electroencefalográficos, se reconoce cuatro subdivisiones, la que afecta a estos delincuentes es la  epilepsia mayor  o  Gran Mal. Es inimputable.
EL DELINCUENTE HABITUAL
Es la persona que observa un género de vida delictiva al extremo de llegar a constituir un tipo permanente de personalidad criminal. Puede ser delincuente profesional, pero por lo menos una parte considerable de su actividad es de carácter criminoso. Es imputable.

DELINCUENTE LOCO

Es aquel en que el delito es la manifestación o revelación de una anomalía mental, de su individualidad psíquica anormal. El delito en éstos no es más que un episodio en su anomalía mental, es considerado criminalmente  inimputable. En esta clase de delincuentes se considera al   alienado,   al alcohólico, al histérico (ataca mas a mujeres).

DELINCUENTE LOCO-MORAL

Estado psicopatológico que impide o perturba la normal valoración de la conducta desde el punto de vista moral, pero dejando subsistente la capacidad cognoscitiva y volitiva. Es imputable.

DELINCUENTE NATO O ATÁVICO

Persona que esta determinada a cometer delitos por causas hereditarias.  Se basa en que la constitución biológica de ciertas personas les lleva inexorablemente a la delincuencia. Presenta rasgos como ser:  protuberancia en la frente, pómulos y mentón salientes,labios partidos y algunas veces microcefalia.  Es imputable. 

DELINCUENTE OCASIONAL

Se trata de un delincuente primario, poco o nada peligroso, generalmente exento de defectos psicológicos, pero susceptible de convertirse en habituales. No tiene frenos inhibitorios. Esta clase de delincuentes no puede refrenar sus impulsos, ante la ocasión reacciona por impulso. Es imputable. El delincuente ocasional se puede -a su vez-clasificar en:

  • PSEUDOCRMINAL: Es ocasional, no es un criminal, las circunstancias hacen que cometa el delito.
  • CRIMINALOIDE:  Persona que esta empezando a delinquir por sugestión del ambiente

DELINCUENTE PASIONAL

Aquel en que el delito prorrumpe tempestuosamente, como un huracán psíquico, anulando la voluntad e impidiendo la sana y normal recepción de los acontecimientos. Paradeterminar su imputabilidad o inimputabilidad se requiere en todo caso un atento análisis psicológico.

DELINCUENTE PROFESIONAL

Es el que participa regularmente y como medio normal de vida,en una cultura criminal perfeccionada y dotada de un cuerpo de aptitudes y conocimientos especializados. Es imputable.

ENRICO FERRI


Nació en San Benedetto Po, en 1856 y murió en Roma en el año de 1929. Criminalista y político italiano. Es el máximo representante italiano de la escuela positivista de derecho penal y está considerado como el creador de la criminología moderna. 

Como seguidor del positivismo imperante durante la segunda mitad del siglo XIX, aceptó por completo las implícitas actitudes deterministas de tal corriente. Ya en la tesis de su doctorado, La teoría de la imputabilidad y la negación del libre albedrío, destaca netamente este aspecto de su formación espiritual y de sus ideas: cree que el delincuente actúa por causas ajenas a su voluntad y que deben buscarse en la sociedad. En 1878, un año después de su doctorado, Ferri publicó su tesis en Florencia, reelaborada y ampliada.

La primera parte de su tesis trata de refutar en sentido filosófico los argumentos que pretenden sostener el libre albedrío, suponiendo un riguroso determinismo que se aplica también a las actividades humanas, éstas son espontáneas, pero siempre necesitadas de motivos que quitan la libertad. 

Aplicando estas premisas al derecho penal, Ferri afirma que el delito es imputable al delincuente, pero no deseado libremente por éste; en realidad, actúa por causas que física o psíquicamente condicionan su voluntad. Por tanto, la sociedad no puede castigar, sino tan sólo defenderse contra el desorden que el individuo produce en una convivencia humana organizada; la sociedad debe asimismo prevenir el delito, evitando los motivos del mal y acrecentando en diversas formas los del bien.

La teoría de la imputabilidad, examinada desde este punto de vista positivista, forma la segunda parte de su tesis, donde son estudiadas las causas dirimentes y atenuantes de la misma imputabilidad, como la falta de discernimiento, la enfermedad mental, el sueño y la embriaguez, el impulso de los afectos, etc., porque la amenaza legislativa con que la sociedad apremia para prevenir, y la medida de su defensa, en caso de que el delito se haya perpetrado, no pueden actuar si no son previstas por la razón.

En el aspecto filosófico, los argumentos de que se vale Enrico Ferri para negar el fundamento del libre albedrío son hoy reconocidos como de escaso valor y casi ingenuos; sin embargo, se le reconoce el mérito de haber dado a conocer a los juristas la gravedad del problema, en vez de adaptar sus soluciones a normas tradicionales gratuitamente aceptadas.

Ferri enseñó en las Universidades de Turín, Siena y Roma y, prosiguiendo sus estudios, siempre inspirados en la escuela criminalista positiva.

Publicó en 1900 Sociología criminal, sin duda su más ambiciosa e influyente obra, en la que resumió en forma orgánica su pensamiento. 

El agudo interés por la sociedad y su organización le hizo considerar con simpatía el socialismo: militó en el partido socialista y dirigió el diario Avanti! de 1900 a 1905. Sin embargo, interpretó igualmente el socialismo desde el ángulo positivista y lo juzgó derivación del darwinismo y del evolucionismo de Spencer en textos como Socialismo e criminalità y Socialismo e scienza positiva. Ello le indujo a alejarse del partido socialista cuando derivó hacia un más riguroso marxismo, y a acercarse al fascismo.

RAFAEL GARÓFALO


Nace en Nápoles, Italia, en 1851. Antes de formar parte de la Escuela Positiva, Garófalo, había ya publicado algunos escritos, que serian de mucha importancia para la nueva escuela, pues daba las bases y la orientación jurídica necesaria, además de conceptos como: peligrosidad y prevención especial y general. Entre sus obras se destacan:
  • Estudios recientes sobre la Penalidad 
  • Criterio Positivo de la Penalidad, y su trabajo principal:
  • "Criminología".
La gran preocupación de Garófalo fue la aplicación de la teoría Criminológica a la práctica, tanto en el aspecto legislativo como en el judicial, así, hace el primer esquema de las penas de acuerdo no al delito, sino a la clasificación del delincuentes. Aparte de las diferencias filosóficas, su desacuerdo con sus colegas fue en cuanto al determinismo absoluto, que no podía aceptar, y en cuanto a la pena de muerte, de la cual Garófalo era un ferviente partidario.

Garófalo participó en diversos Congresos Internacionales de Antropológia Criminal y fue profesor de la universidad de Nápoles.